Aunque ya tuvimos lucha libre el mes pasado con las jóvenes promesas de las bofetadas en mallot de La Triple W, la temporada oficial, la de los seniors (aunque al final siempre se acaban pegando todos sin distinción) empezó el sábado pasado con su primer show al que llamaron Gran Hermano. No se les puede otorgar más mérito: llenar un sábado por la tarde La Tabacalera de Lavapiés en una hora coincidiendo con un Madrid-Barça sólo lo pueden hacer unos pocos; bueno, o unos muchos porque hubo momentos en los que sobre el ring estaba subido hasta Wally; en serio, en la foto del grupo hay una cabeza con sombrero que no soy capaz de reconocer. Pero como dijo el empleado que quería solicitar la baja, vayamos por partes.
El planning del show era secreto hasta el último momento y de entrada empezaron las sorpresas. Edu, al arbitraje, apareció seguido a ritmo de Carmina Burana por un Coajim Koajim Echevarría protegido frente a contagios pero no contra el soponcio que produce estar en octubre a veintiocho grados dentro de un traje que no transpira. Edu al micro tampoco le ponía mucho entusiasmo, que el pobre trabaja mucho y cobra… bueno, lo que le sacuden y ante las increpaciones de Koajim de que le pusiera algo de brío al tema, termina por hartarse y casi le estampa el micro en la cara y anuncia un combate por parejas (Edu como El Valuro) contra Elvis y Orión. Su pareja, no podría ser otro que Gortrak: la unión garrotil hará la fuerza.
Ante la pertinente huida, aparecen en su puesto de presentador y de árbitro (o sea, dos trabajos diferentes) Morgan Knight, quien ya hizo de maestro de ceremonias en Level One, y Álvaro Mathé, que también arbitró los combate de los rookies en el show anterior. Pero cuando van a anunciar el primer combate de la velada, se arrancan guitarras por bulerías y aparece una recua gitana con cajón flamenco, perro y patriarca. Precisamente es este último quien ofrece a Koajim quinientos euros (de su cartera, previamente extraída con disimulo) por dejar que su sobrino, Gypsy “Suplexito” Thomas (pero al que llamaré Sopalajo de Arriérez y Torrezno) tenga un combate de prueba para ver qué tal se le da esto de las «guantás sin navaja», y aunque las pruebas son duras -dice Koajim- mientras debaten aparece Yunke, el Verdugo, con ganas de decapitar calorros, así que no queda otra que dejar paso al debut del nuevo luchador, que se presenta marcándose un zapateado digno de elogio.
El resultado del combate cae por su propio peso -badum tsss!!!- y en aproximadamente cinco minutos, Suplexito está comiendo lona, aunque eso no quita para que se haya ganado la simpatía del público, a quien parece que El Verdugo (con la falta que hacen hoy en día) no le cae demasiado bien. Pero justo cuando ya había perdido, y como el ejecutor se había quedado con ganas de más, le sigue vapuleando hasta que el melenas reacciona y le logra sacar del ring. El combate está perdido, pero el público se viene arriba. Y olé.
El siguiente combate es una descarga de adrenalina. Un no parar, un total mayhem, un «qué-se-yo». Byron Savage vs. Hades. Dos de los luchadores más agresivos de toda la plantilla. Sin preámbulos ni concesiones. Capón parriba, bofetada pabajo, patada pal medio y así todo el rato. Lo podría explicar mejor, pero es que no me sé los nombres técnicos de las bofetadas. Sólo, y por alusiones, el bulldog con el que al final Byron se llevó el gato al agua y a Hades al suelo. Grandes los dos.
Pequeño interludio musical en el que Koajim anuncia el combate entre Kaos y lo que queda de la extinta Hermandad junto a Mark Caretaker, pero en medio de la presentación, Rod Zayas y A-Kid (aka Blood Brothers) aparecen para recriminar que ellos estaban convocados a luchar por los títulos (que ahora mismo tienen Ruky y Paolo), y el manager kaótico les dice que sí, que verdes las han segao y que si quieren pelear por títulos, lo harán, pero no por los de las parejas, como ellos esperan, sino por los individuales… que ahora mismo ostenta el campeón Trashman. Así que queda creado el «main event» como Triple Amenaza que cerrará el show.
Y Gortrak y El Valuro se juntan contran los campeones de las trilerías: Elvis Harrison y Orión, en un combate cuanto menos… tróspido. Porque aunque empiezan enfrentándose por parejas, en un momento dado y a la vista de que no se les estaba dando muy finamente, aparece, así, de pronto, una silla plegable con la que desloman a los oponentes. Vuelve a subir Koajim a poner orden porque esto es un desmadre y pone frente a frente a la pareja de guaperas, que no se han pegado nunca entre sí. Y al rural y al rupestre los deja abajo vigilando con las garrotas por si a alguno se le ocurre abandonar el ring antes de tiempo. Elvis y Orión atacan al árbitro en un momento de «a reventarlo todo» y Grotrak y Edu suben de nuevo al ring para defender -oh! heraldos de la virtud- el juego limpio, pero acaban recibiendo sopas con ondas y el equipo heel, se baja del cuadrilátero como si hubieran ganado ellos.
Pausa y cervecita y luego… el desmadre. O el despadre. Lo que empieza siendo un 3 vs. 3 que enfrentaría a Kaos (Lukas Skott, Padre Paolo y Ruky) contra los restos de la Hermandad (Astiles y Viral) junto a Mark Caretaker, casi termina convirtiéndose en otro Total Rumble. Para empezar, Bernadino Craven, el manager de Caretaker sube el ring para decir que «su luchador» no se va a mezclar en este tipo de combates. Mezclarse no sé, pero en ese momento yo ya contaba a diez personas sobre la zona de lucha: a todos los anteriores junto a Koajim, a Morgan Knight y al árbitro. Pero como todavía cabe alguno más, ¿por qué no subir a TODOS los Project Rangers y así somos dieciséis?
Sí, porque los Project Rangers, como los Gremlins cuando se mojan, se han multiplicado. Al ketchup (Project Y) y la mostaza (Project X) le hemos sumado dos de carne poco hecha: Princesa Lina y Pim Ross (el primo del Zumosol que apareció por y para sorpresa de Lukas Skott en el Malditos Bastardos de Level One), una de pepinillos (el debutante verde Project A) y el Project original Blue Tropic al ritmo de Gangman Style!!!
La diversión está servida y se crea un 6 vs. 6 de órdago, donde se van turnando uno tras otro, y de vez en cuando, todos tras todos, para que nadie se quede sin repartir sorianas a nadie ni recibirlas tampoco. Así, con toda la recua de peleadores, se van eliminando uno a uno: Viral a Project A en lo que fue, creo, la intervención más rápida de la historia de la Triple W; Pimp Ross a Astiles; Ruky a Pimp Ross con ayuda (cómo no) de Paolo; The Project elimina a Mark Caretaker, pero éste no se lo toma muy bien y le da una revancha… que aprovecha Lukas Skott para eliminar seguidamente a The Project; Como eran pocos, en un momento en el que se monta un barullos pantagruélico y la mitad de los luchadores se caen fuera del ring, aparece Hades a dar candela a Princesa Lina; pero claro, no iba a aparecer solo, así que (venga! ¿por qué no?) detrás de él aparecen Banshee y Byron Savage para evitar la minobra. En estas, LSK se queda demasiado tiempo fuera del ring y es eliminado.
Vuelta al (ejem) orden y Viral elimina a Princesa Lina, pero le dura poco la euforia cuando, a su vez, es eliminado por Project Y, con la ayuda de Project X y una doble patada voladora de los hermanos Derrick. Indignados con el luchador que acaba de perder, Ruky y Paolo se ensañan con Viral por haber permitido que le eliminasen y mientras Ruky es eliminado por Project X, Paolo pone fuera de juego a Project Y (os juro que me estoy haciendo la picha un lío y ya no tengo ni idea de quien queda vivo…) Ah! sí… tras perder el Padre Paolo papelinas de «fumata blanca» (ejem, ejem) por todo el ring, recibe de su (ejem, ejme) propia medicina cuando el Project que queda (el X, el amarillo, mostaza, copón) le ciega usando sus propios polvos blancos sobre él y le pone mirando a Cuenca. Victoria, por tanto, para los Project Ranges, que inauguran su palmarés.
Y por fin, y para cerrar, el main event: Triple Amenaza entre Rod Zayas, A-Kid y el campeón: Trashman, que termina por ganar a los Blood Brothers quienes, no obstante, demuestran que se mantienen en forma entre piruetas y tortazos a lo Bud Spencer. Pero entre las celebraciones del campeón sube al escenario el Gran Hermano (o más bien el Hermano Mayor; el madelman o el G.I.Joe), que sin mediar palabra, pone de verano tanto al campeón como a los otros dos pobres que se estaban recuperando del susto. Una vez todos en su sitio, le entrega a Morgan Knight, vía «mouth full» una nota de amenaza donde avisa que en el próximo show, un nuevo luchador desconocido y debutante (uy, ¿quién será?) luchará por los títulos contra Trashman, como si no hubiera tenido ya bastante.
Y bueno, con esto ya está todo… que no ha sido poco. Muchas gracias a La Triple W por estos pedazo de espectáculos que se montan mes a mes y que nos ofrecen, recordemos, de forma gratuita y aptos par todos los públicos. Sois grandes!!! (incluso Rayo Verde!!!)
Por cierto, que podéis ver TODAS las fotos en la galería de Flickr
hay muchas que me encantan!!!